Libor

La historia de este licor está anclada a la herencia familiar que se remonta hasta 1920 con Victoria Garibay de Borja, la bisabuela de exquisito paladar e ingeniosa curiosidad, a quien le debemos esta  mezcla de hierbas, cítricos y especias, que hoy nos permiten disfrutar de este delicioso licor, que se puede tomar solo,  en las rocas, en un carajillo o experimentar con él en el mundo de la coctelería. Rescatar la receta familiar es una forma de honrar tanto la memoria como las raíces de esta tierra michoacana, en donde se destila en pequeños lotes que garantizan su calidad; porque este licor es fiel a su alma artesanal y se toma  el tiempo para que todos sus ingredientes desprendan los sabores que después inundarán con notas suaves y dulces nuestra boca y acompañarán las pláticas más amenas.

@licorlibor