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  • Writer's pictureGuia Zanka

La prodigiosa mano de Jesús Palafox García

TEXTO: VICENTE GUIJOSA

CORRECCIÓN DE ESTILO: SARA DE LA LUZ


¿Quién es Jesús Palafox García?, antes que nada, un amigo.

Es un excelente artista, amante de la vida, un maravilloso jardinero, melómano implacable, disfruta de los buenos vinos y la comida sabrosa, conoce y prepara el mejor café posible y lo comparte.


Es también, un arquitecto con un sello tan personal que obliga a sentir y percibir los espacios de muchas maneras con distintas sensaciones. Haber dibujado planos a partir de los croquis de sus proyectos, simplemente me formó de una manera “espacial” para entender la arquitectura. La mano de "Chucho" fue dotada para desarrollar todo lo que ha leído, todo lo que ha observado, y él la educó, en el transcurso del tiempo, con una precisión extraordinaria, por lo que sus dibujos y litografías han tenido gran aceptación tanto en México como en el extranjero.

“ La creación artística es el contacto con los demás, la unión comprensiva y amorosa. ” -David Alfaro Siqueiros-

Habiéndose formado inicialmente en la Escuela de Artes Plásticas “La Esmeralda” y más tarde en la Escuela de Arquitectura de la UNAM los diversos estudios en los que posteriormente profundizó, sobre tratamiento de materiales y restauración de monumentos, lo llevaron a ser un experto generando procesos en el rubro de la conservación. Ha realizado y colaborado en trabajos de gran relevancia, como por ejemplo en el área de Palacio Nacional de la Ciudad de México: en la reconstrucción de la Sala del Congreso, remodelación y restauración de diversas fachadas, el auditorio de la Secretaría de Hacienda, Biblioteca, Patio Central y Área Presidencial, la Plaza Manuel Tolsá y el traslado del “Caballito”, así como en la integración urbana de la icónica fuente de “Las Tarascas” en esta ciudad, por mencionar algunos.




Lo que podríamos llamar capricho y la gran minuciosidad de su quehacer cotidiano hacen que nos detengamos a la observación y, por ende, a la contemplación admirada. La paciencia y el detalle que Palafox logra plasmar en sus dibujos deja una impronta en nuestra percepción, no solo por la forma en que describe el paisaje, el objeto, sino que además nos obliga a descifrarlo, justamente al mismo tiempo que admiramos la mano diestra, educada y precisa. Y es cuando esta conjunción se logra repetidamente, que hablamos de un artista en plenitud de sabiduría, de oficio.


Artífice de sí mismo, rodeado siempre de plantas, libros y antigüedades, implacable en su crítica hacia lo superficial o lo mal hecho, detesta la pretensión de quienes dicen hacer Arquitectura sin tomar en cuenta a quienes habrán de vivirla. Ojalá una visión más sensible, más humanizada pueda permear hacia nuevas generaciones de arquitectos y diseñadores.


Para mí, Jesús Palafox es un donador, su amistad no limita en nada observaciones y consejos que hasta hoy me siguen formando. Él descubre cómo apoyar para que uno pueda crecer, por lo menos ése es mi caso. Creo que me corresponde mostrar el aprecio que guardo hacia él en todo sentido, ¡Qué suerte conocerle!

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